El Puesto Guanaco reabre sus puertas para proteger al guanaco y mejorar las condiciones de los guardaparques y guardianes comunales
En un acto celebrado el pasado viernes 14 de mayo, se reinauguró el Puesto Guanaco, un centro vital para la conservación del guanaco y otras especies de fauna silvestre en el corazón del Chaco boliviano. Esta renovación, fruto del esfuerzo conjunto de Fundación Natura Bolivia, la Capitanía de Alto Isoso, el Gobierno Autónomo Indígena Originario de Charagua Iyambae, PEW y World Land Trust, representando un hito fundamental para la protección de la biodiversidad en la región y para el bienestar de quienes la custodian.
El Puesto Guanaco se encuentra ubicado en medio del Chaco boliviano, caracterizado por condiciones climáticas extremas que alcanzan niveles sofocantes. A pesar de estas dificultades, guardaparques y guardianes comunales recorren este territorio custodiando dos importantes áreas protegidas de Charagua. El parque Nacional y ANMI Kaa Iya y el Área de Via del Guajukaka.
La renovación del Puesto Guanaco significa un cambio radical en las condiciones de trabajo y vida de estas personas comprometidas con la conservación. La instalación de paneles solares para generar energía eléctrica, la implementación de un sistema de bombeo de agua solar, la pintura completa de la infraestructura, la reparación del techo y las ventanas, la renovación del piso del corredor y la habilitación de un sistema de agua potable no solo permitirán un mejor desempeño de sus labores, sino que también representarán un oasis de confort y bienestar.
Este centro de monitoreo y vigilancia territorial renovado y fortalecido, se convierte en un bastión fundamental para la conservación del guanaco, una especie emblemática del Chaco boliviano que se encuentra en peligro de extinción. La presencia constante de guardianes comunales y el espacio adecuado para desarrollar su trabajo, permitirá un monitoreo más efectivo.
La reinauguración del Puesto Guanaco es un símbolo de esperanza para la conservación la biodiversidad y los bosques del Chaco boliviano. Es un ejemplo tangible de lo que se puede lograr cuando la colaboración entre diferentes actores, desde organizaciones internacionales hasta comunidades locales, se une en un objetivo común: proteger nuestro planeta y las especies que lo habitan.