Magdalena demuestra cierta timidez al estar delante de la cámara, evita el contacto visual y se toma su tiempo para responder. Sus manos están entrelazadas sobre su regazo, intentando resguardarse de las preguntas. “Yo vivo sola, con mi mamá y mi papá”, expresó con un hilo de voz. Agregó que tiene dos hermanos que se trasladaron a la ciudad en busca de un mejor futuro. Magdalena nació y creció en Kapeatindi,comunidad en la que hoy desempeña el cargo de Mburuvicha (líder) , labor que compagina con el cuidado del hogar y de sus padres.
Kapeatindi es una comunidad guaraní del Alto Isoso ubicada a 2 horas y media de Charagua, en ella viven alrededor de 70 familias guaraníes que se resisten a perder sus costumbres frente a los acelerados cambios que trae consigo la modernidad. “La comunidad hace un esfuerzo por preservar nuestros valores y cosmovisión, a través de la enseñanza a los más jóvenes‘‘ nos explica Magdalena . Es por ello que el taller de bisutería llevado a cabo en la comunidad con el apoyo de Fundación Natura Bolivia es una oportunidad única para despertar entre los más jóvenes la curiosidad por el trabajo creativo y artesanal. Que ha sido el sello de la comunidad durante generaciones.
Así lo menciona Elio Ortiz García autor de «Kuña Embaapo Regua» obra en la que analiza de manera reveladora la cultura de las mujeres tejedoras del Isoso, «Sin duda alguna Isoso es la región que ocupa un sitial insustituible en el arte de tejer, reconocido en todo el territorio guaraní y fuera de él, no sólo por lo llamativo de su iconografía sino por la calidad y finura del acabado artístico. Su gestora y promotora se llama Tapiipe o mujer isoseña. De tal modo que, así como en Tentayapi se encuentran las mejores ceramistas del mundo guaraní, Isoso cuenta con las mujeres más experimentadas en el arte de tejer»(Ortiz,2010,p. 7)
DESDE KAPEATINDI PARA EL MUNDO
Las mujeres guaraníes poseen una increíble destreza para elaborar tejidos de indiscutible belleza y acabados impecables que han sido objeto de numerosos estudios, debido a su compleja elaboración y característica iconografía. Su inherente habilidad para trabajar con las manos, les ha permitido introducirse en el mundo de la elaboración de bisuterías, logrando adquirir y asimilar las técnicas con una impresionante facilidad. Es precisamente a través de esta iniciativa que conocimos a Magdalena y a las 22 mujeres que han participado en los talleres de capacitación realizados en la comunidad durante el mes de junio. En este taller, Fundación Natura Bolivia apoyó la iniciativa, facilitandoles a una capacitadora y proveyendo los materiales para el desarrollo del taller.
Durante el taller de capacitación, lograron pulir las habilidades adquiridas y obtener ideas, respecto a tendencias, nuevos materiales y diseños. Iniciamos el taller con una introducción teórica para luego pasar a una gran mesa, donde aplicaron lo aprendido.En el primer día, recolectamos semillas con la finalidad de aplicar el tratamiento químico adecuado y así evitar su deterioro. Los días restantes adquirieron nuevas técnicas de engarzado o clavado de mostacillas al igual que reforzaron el tema limpieza y secado de las piezas.
Magdalena describe a las mujeres de su comunidad como trabajadoras y valientes, también relata cómo se organizan para llevar adelante este proyecto comunal. “En este grupo estamos participando 22 socias, y dentro de ese grupo hay una comitiva, conformada por una secretaria ,presidenta (…) y vocal” agrega. Pese a que el proyecto aún está en su etapa inicial, esperan encontrar un espacio en el mercado boliviano y que este se traduzca en ingresos económicos para las mujeres de la comunidad.
Magdalena nos describe lo importante que es la naturaleza para la cosmovisión guaraní, esta los provee de alimentos, medicinas y de materias primas para llevar a cabo sus creaciones. “La naturaleza es importante para nosotros, se utiliza para medicina natural, para las artesanías..” . Y es este detalle precisamente, el que agrega aún más valor a las piezas de bisutería puesto que las semillas autóctonas son infaltables en sus elaboraciones, dotandolas de una singularidad y belleza, difíciles de replicar. Desde nuestro lugar nos corresponde dar espacio a historias como la de Magdalena, que busca empoderar a estas mujeres desde acciones colectivas y emprendimientos sostenibles, difundiendo la cultura guaraní y el enorme talento detrás de todas sus mujeres.