En las jornadas de educación ambiental, niños y niñas de tres comunidades del Municipio de Coroico aprendieron sobre la importancia de proteger los bosques y el ciclo del agua.
En medio de crisis ambientales y a pesar de noticias desalentadoras relacionadas a las quemas y chaqueos descontrolados, los niños y niñas siempre podrán usar su imaginación para darnos esperanza. Así fue que se llevaron a cabo las jornadas de educación ambiental en las comunidades Santo Domingo de Yolosa, San José de Chicalulo y San Francisco del Municipio de Coroico . Estas comunidades se encuentran cerca de la Reserva de Agua y Conservación de Ecosistemas Montanos Río Negro que pertenee al corredor Madidi-Pilón Lajas-Cotapata en el norte paceño de Bolivia y KBA Bol 13. Las comunidades aledañas a la reserva realizan actividades productivas sostenibles como la producción de cacao, café, miel y el cultivo de árboles frutales como cítricos y plátanos.
Actividades lúdicas para conectar con la naturaleza
Estas actividades recreativas y lúdicas fueron posibles gracias al apoyo del “Fondo de Alianza para Ecosistemas Críticos” (CEPF). Las jornadas de educación ambiental contaron con la participación de 78 niños y niñas de las tres comunidades mencionadas e iniciaron con una presentación didáctica a cargo del equipo técnico de Fundación Natura Bolivia sobre el ciclo del agua, seguido de una explicación sobre la importancia de los bosques en el ciclo del agua y en ese sentido, la importancia de las áreas protegidas. Finalizamos la parte teórica de la jornada con una presentación sobre la RACEM Río Negro.
Luego, los estudiantes de las unidades educativas hicieron dibujos relacionados a la explicación, expresando de forma creativa y artística lo que entendieron de las presentaciones y dando mensajes de conciencia ambiental. Incluso los niños más pequeños participaron con dibujos relacionados a la naturaleza.
Una árbol hace la diferencia
Después del refrigerio y un momento de juego, los niños y niñas, así como también los maestros de las unidades educativas participaron de la plantación de árboles que en este caso se eligieron robles y cedros con el fin de enseñar desde temprana edad el papel fundamental de los árboles en el ciclo del agua.
Futuros guardianes de los bosques
Tanto estudiantes como maestros pudieron expresar su conexión con la naturaleza y desarrollar habilidades prácticas relacionadas a la protección del medio ambiente, convirtiéndose de esta manera en agentes de cambio y futuros guardianes del bosque.
La educación ambiental para niños y niñas de comunidades es esencial para fomentar la comprensión, el respeto y la conservación del entorno natural, así como para empoderar a las generaciones futuras a cuidar de su hogar y sus recursos de manera sostenible.
Además, contribuye a la preservación de la cultura local y a la adaptación a los desafíos ambientales, como el cambio climático.
Porque proteger los bosques es garantizar agua en calidad y en cantidad: Bosques que dan agua, agua que da vida.
Esta gestión es posible gracias al financiamiento del “Fondo de Alianza para Ecosistemas Críticos” (CEPF) que es una iniciativa conjunta de la Agencia Francesa de Desarrollo, Conservación Internacional, Unión Europea, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Gobierno de Japón y el Banco Mundial. La meta fundamental es lograr que la sociedad se dedique a conservar la diversidad biológica.