En los últimos 5 años, Bolivia ha experimentado una situación preocupante en relación a los incendios forestales. Estos incendios han tenido impactos significativos en el país, afectando áreas protegidas, medios de producción y biodiversidad.
Según un estudio realizado por el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), los incendios forestales han generado un impacto acumulado de más de 5 millones de hectáreas en territorios indígenas titulados en Bolivia. Esto representa aproximadamente el 42% del total del territorio indígena titulado en el país.
Además, se ha observado un aumento en la demanda de nuevas áreas para quemas cada año, y se ha evidenciado que muchas áreas quemadas son afectadas por incendios por primera vez. Esto indica que los incendios forestales continúan siendo una amenaza recurrente en Bolivia.
En cuanto a la biodiversidad, los incendios forestales han causado la pérdida de hábitats y han afectado a numerosas especies de flora y fauna en Bolivia. Esto pone en riesgo la diversidad biológica del país y puede tener efectos a largo plazo en los ecosistemas y la cadena alimentaria. Los cultivos, pastizales y áreas de pastoreo han sido destruidos, lo que ha afectado la producción de alimentos y la economía local.
Estos incendios han tenido consecuencias negativas en los medios de producción del país, como la agricultura, la ganadería y nuestras Áreas Protegidas . Según los datos de www.globalforestwatch.org “entre el 2012 al 2022 Bolivia perdió 1.74 Millones de hectáreas de cobertura arbórea a causa de los incendios y 5.52 Millones de hectáreas a causa de otros factores de pérdida. Durante ese período, el año con mayor pérdida de cobertura arbórea a causa de los incendios fue 2019 con 499 mil hectáreas desaparecidas, 59% de la pérdida total de cobertura arbórea para ese año”.
Poniendo en riesgo nuestra sobrevivencia como especie, nadie se escapa de los efectos de los incendios, a finales del mes de octubre, la ciudad de Santa Cruz de la Sierra alcanzo un nivel de contaminación Atmosférica de 318 categoría “extremadamente mala”.
La tibieza de los diferentes niveles de gobierno que decidieron evadir sus Responsabilidades para salvaguardar a un país inmerso en llamas, donde una vez más el pueblo se une desde sus instituciones civiles, bomberos voluntarios y pueblos indígenas luchando con condiciones básicas, contra la irracionalidad de la políticas incendiaras de un País que ya se está quedando sin AGUA.
Para mitigar esta amenaza, es necesario tomar medidas concretas. Algunas acciones que podrían implementarse incluyen:
- Fortalecer la vigilancia y el monitoreo de incendios forestales mediante el uso de tecnología y sistemas de alerta temprana.
- Promover prácticas agrícolas sostenibles que eviten la quema de bosques y fomenten la conservación del suelo.
- Implementar políticas de ordenamiento territorial que protejan las áreas naturales y eviten la expansión descontrolada de la agricultura y la ganadería.
- Brindar capacitación y recursos a los bomberos y brigadistas forestales para mejorar su capacidad de respuesta y combate de incendios.
- Fomentar la educación ambiental y la conciencia pública sobre la importancia de la conservación de los bosques y la prevención de incendios.
Estas medidas, junto con la colaboración entre las diferentes escalas gubernamentales, las comunidades locales y las organizaciones ambientales, pueden contribuir a reducir los impactos de los incendios forestales en Bolivia y proteger sus valiosos recursos naturales.
Es importante destacar que la situación de los incendios forestales en Bolivia es un tema complejo y multifactorial, y requiere de un enfoque integral y continuo para su manejo y prevención.
Texto: Alejandra Coimbra / Coordinadora de Áreas Protegidas de la Fundación Natura
Imágenes: ©Edwin Pynegar
Fuentes
https://www.globalforestwatch.org