A pocos minutos de Coroico se encuentra San Jacinto, comunidad privilegiada donde nacen importantes fuentes de agua que proveen de este líquido elemento su municipio.
En este paraíso tropical, rodeado de vegetación vive José Luis Mamani, un ferviente impulsor de la protección de las fuentes de agua de San Jacinto y uno de los actores que construyó un filtro para mejorar la calidad de agua de su comunidad.
José fue dirigente de la comunidad, llevando adelante distintos proyectos para mejorar la calidad de vida de su familia y sus vecinos, pero él nos relata, con orgullo, que el logro más importante fue la construcción de un innovador filtro de agua para limpiar de impurezas, sedimentos y otros materiales que llegan por sus vertientes.
José es constructor civil y tuvo la posibilidad de trabajar en Sudáfrica por un tiempo, fue en este país donde conoció un novedoso sistema de filtración de agua y al retornar a Bolivia y a su natal San Jacinto reunió a su comunidad para contarles sobre este descubrimiento, para concientizarlos sobre la calidad de agua que consumen y sobre la posibilidad de crear un sistema como él que vio en Sudáfrica.
Al principio fue muy difícil que sus vecinos entiendan que el agua que consumían estaba muy sucia, era agua que toda su vida consumieron, estaban acostumbrados a eso, sin embargo; tras muchas explicaciones y pruebas dejando agua en vasos de cristal por muchas horas para luego ver los sedimentos al fondo, finalmente la comunidad le dio su beneplácito para priorizar ese soñado proyecto, por sobre otras necesidades, pero tenían una dificultad que impedía avanzar con esta obra, la comunidad no contaba con los recursos económicos para la compra de los materiales necesarios.
Fundación Natura Bolivia y el Gobierno Autónomo Municipal de Coroico llegaron a San Jacinto con la propuesta de firmar un Acuerdo Recíproco por Agua para conservar las fábricas de agua de la comunidad. Esta propuesta les cayó como anillo al dedo permitiendo materializar las ideas que José tenía en su cabeza.
Entonces la comunidad acordó poner en conservación sus bosques, los que proveen de agua no solo a ellos, si no a toda la población de Coroico y desde otra toma exclusiva al hospital del municipio. Y José lideró la construcción de lo que parecía un sueño, junto a otros comunarios pusieron en marcha la obra con los materiales otorgados por Natura y por el municipio como incentivo por su compromiso hacia la conservación.
Fue así que San Jacinto, no solo se convirtió en un nuevo guardián de bosques y fuentes de agua, sino que toda su población mejoró su calidad de vida, recibiendo al líquido elemental que abunda por su zona, en mejores condiciones y calidad.
José saca pecho por su comunidad y por haber logrado un avance muy significativo para todos ellos.